Ese destello había provocado algo en mí que no podía ni tan siquiera hablar. Estaba mareado e incluso muy aturdido. Aquello me hizo entrar en pánico, así que decidí salir corriendo lo más aprisa que pude. No creo que la muchacha que me había besado estuviera en el interior de aquello tenebroso castillo, así que mejor, la buscaría en el exterior.
El cuervo me seguía a todas partes, así que tendría una compañía, pero ni tan siquiera me imaginaba el verdadero por qué me seguía a todas partes. Cada vez que me adentraba más en el bosque más oscuridad y frío hacía. No tenía ningún refugio a la vista, ni tan siquiera una cerillas para prender fuego.
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| Mujer con Cuervos en el Bosque |
UN DESCANSO SIN DESCANSO
Necesitaba descansar, así que entre la maleza me refugié para esperar la mañana. Tenía hambre y cansancio. Tomé la espada entre mis manos, el libro que lo puse en mis piernas, y el mapa que me conduciría hasta mi destino. El frío me invadía, así que no sería un mal momento para invocar a mis abuelos y pedir ayuda.
Al abrir el libro, pude ver que todo lo que había escrito en él había desaparecido como de una magia negra se tratase. ¡Ahora sí que me encontraba totalmente aterrado! Porque en ese mismo momento no disponía de ningún tipo de ayuda externa, ni tan siquiera por parte de mis queridos abuelos.
Agarrando fuertemente mi espada, me acurruqué bien en el suelo con la maleza por lo alto e intenté tranquilizarme pensando en aquella mujer griega que me sopló en los labios un haz de luz sanador, así que podría dormir tranquilo porque estaba protegido. Además, yo era el elegido y no me podía pasar nada malo.
LA MUERTE VINO A VERME
Intenté dormir un poco a pesar del frío, y casi lo conseguí mientras pensaba en aquella chica de labios carnosos, pelo azulado y tez clara ¡qué belleza, Dios mío! Estaba enamorado, de verdad. Mañana por la mañana saldría a buscarla de nuevo, así que ahora tocaba dormir un poco.
El frío cada vez era más intenso, sin embargo yo comencé a sentir calor. De repente, me vi en un magnífico valle, repleto de flores y con un sol brillante que calentaba mis huesos helados. A los lejos pude verla claramente. Allí estaba con su largos cabellos y ojos azules como cielo.
Me acerqué corriendo hacia ella, la tomé entre mis brazos y la volví a besar. ¡Oh, qué hermoso beso! Si esto es un sueño no quisiera despertar jamás - dije para mí, con mis ojos cerrados. Al abrirlos me di cuenta que ya no estaba junto a mi preciosa dama.
Ahora todo estaba oscuro. Parece que había vuelto al bosque oscuro, y a pesar de que el viento era fuerte yo no podía sentir nada, ni tan siquiera frío o calor. Me acerqué a unos matorrales que había, los cuales me parecían similares.
Los retiré rápidamente para ver, aquello que no deseaba contemplar y lo que tanto temía. Al quitar la última rama, me quedé horrorizado, allí estaba yo, sin vida. La muerte me había ganado la batalla. Me encontraba solo en medio de la nada, en un bosque oscuro y tenebroso, donde los buenos hechizos y encantamientos no funcionaban.
Bueno, en realidad no me encontraba sólo, porque en lo alto del árbol aguardaba el cuervo negro que me había seguido durante mi difícil travesía, y desde luego que aguardaba pacientemente para realizar su cometido, busca un alimento, una presa fácil.
Definitivamente, escogí un mal camino, que no debería de haber escogido. Siempre la valentía ayuda a las personas a descubrir nuevas aventuras. Por ello, había muerto, porque ya estaba muerto en vida. Esto me servirá de experiencia para futuras oportunidades.
Fin
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